Por Angélica Serrano-Román/ El Sentinel de Orlando
Luego de que el congresista de Florida, Darren Soto, anunciara que buscará que Estados Unidos admita a Puerto Rico como estado 51, residentes y partidos políticos puertorriqueños de oposición cuestionaron sus intenciones y sospechan que va tras la reelección.
El representante estadounidense presentó el jueves la Ley de Admisión de Puerto Rico, un proyecto de ley que admitiría a la Isla como el estado 51. Soto dijo que “es tiempo de acabar 120 largos años de colonialismo”, presentando la medida junto al gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló Nevares y la comisionada residente en Washington D.C., Jenniffer González Colón.
Soto utilizó como referencia los resultados del plebiscito celebrado el 11 de junio de 2017, en el que el 97 por ciento de los electores votaron por la estadidad. No obstante, no mencionó que solo contó con la participación de un 23 por ciento de los puertorriqueños.
Mientras que, el carolinense de 45 años, Martín Osorio Figueroa, opinó que el proyecto no es un mecanismo efectivo para solucionar el estatus territorial de la Isla.
“El caso de Hawái y Alaska fue hace 60 años y fueron realidades distintas a las nuestras. Hay otros factores que no existen ahora”, puntualizó Osorio Figueroa, mencionando que aunque no descarta la estadidad, no la favorece.
Osorio Figueroa expuso que las intenciones del congresista son motivadas por razones políticas debido a la gran cantidad de puertorriqueños que viven en el estado que este representa. “Estoy seguro que en el 2017 no lo usó (el plebiscito) a su favor y ahora sí”, dijo.
Por su parte, el representante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez Lebrón, aseguró que el proyecto pro estadidad no tendrá futuro.
“Hay una canción que dice “Pasarán más de mil años, muchos más” y este es un intento más para hacer un poco de política y que el tema de la estadidad tenga un poco más de auge. Esto no va para ningún lado”, afirmó.
Para Márquez Lebrón, el proyecto parte de una falsedad. “En el pasado plebiscito triunfó la abstención. Ese 23 por ciento es un rechazo”, afirmó.
“Para eso (para ser parte de los Estados Unidos) hay que cumplir con tres criterios. El primero es que haya una mayoría, que no existe; tener las condiciones económicas y estamos quebrados. Y la tercera es que tengamos una similitud en cuanto a visión cultural y nacional; y nosotros no somos americanos, somos puertorriqueños. Tenemos nuestra visión cultural”, expresó el portavoz del PIP.
Márquez Lebrón no descartó que el proyecto haya surgido por la relación de Soto con la comisionada residente. “Él había auspiciado los plebiscitos anteriores. No me extrañaría que le hagan un fundraising en Puerto Rico”, añadió.
El senador y presidente del Partido Popular Democrático (PPD), Aníbal José Torres, comentó que el proyecto presentado por Soto y respaldado por el gobernador, es “una tomadura de pelo”.
“[El proyecto] es un engaño al pueblo de Puerto Rico y, ante la falta de convencimiento, recurren a la confusión. Esta es la quinta medida que presenta el gobierno puertorriqueño a través de la comisionada residente en Washington sobre el tema de la estadidad”, expresó el funcionario.
Torres manifestó que la medida es un ejemplo del trastoque de prioridades del gobierno de turno. “Han estado dos años usando fondos públicos y cambiando las prioridades del país en momentos donde se pone en tela de juicio las asignaciones de fondos para Puerto Rico”, opinó.
Para Torres, el proyecto representa un intento “de jugar para las gradas” de parte de Soto que, como representante del estado de Florida, busca “congraciarse y simpatizar” con los puertorriqueños que viven allí.
“Ya el presidente del Comité de Recursos Naturales, el demócrata Raúl Grijalva, ha dicho que la estadidad no es su prioridad. La comisionada residente tuvo todo el Congreso republicano a su favor por dos años y nunca pudo mover el asunto, mucho menos lo va a hacer ahora. Trump le ha cerrado las puertas”, afirmó el senador.
Sin embargo, el caborrojeño Mark Ojeda Matos dijo que el proyecto hará que los estadistas tengan una “misión clara de dónde están parados y del trabajo que tiene que comenzar a hacer la comisionada residente”.
“Yo veo que nuestro gobierno se está moviendo en busca de fondos, ayudas y un nuevo estatus para Puerto Rico. No sé si se de en 90 días, pero sí es bueno porque se abre un debate en el Congreso sobre nosotros, como también hemos podido ver que varios congresistas están apoyando a Puerto Rico, algo que antes no era tan común”, manifestó.
Eduardo Sánchez Cintrón, de barranquitas, Puerto Rico, cuestionó el apoyo que tendría el proyecto en el Congreso y aseguró que la medida es para “venderle sueños a los puertorriqueños”.
“Ese proyecto es una imposición para el pueblo”, dijo Sánchez Cintrón.
Asimismo, Manuel Negrón Santiago, de Toa Baja, dudó sobre la viabilidad del proyecto. “No importa quién lo proponga, ya sea del gobierno de acá o de allá, pero el estatus de Puerto Rico no es la prioridad de los Estados Unidos. Primero se la dan a Washington D.C. que a nosotros”, insistió.
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